miércoles, 28 de octubre de 2009

Se levanta un imperio.

Durante años las fuerzas que luchaban por el bien en la Tierra de los Gigantes estaban siendo aplacadas por el mal. Un visionario había sido elegido para guiar y traer luz a los habitantes que se encontraban sin fe. De allí y tras una larga historia de luchas y victorias, fue elegido uno de los más grandes Políticos que llegaron a nuestras tierras. Maestro y educador conocedor de jóvenes y niños, forjo su camino a través de la enseñanza. Y luego de una lucha en los tribunales, decidió dar un paso importante que lo llevaría ha lograr uno de sus sueños. De esta manera llego a la Alcaldía de nuestra grandiosa ciudad.

La ciudad no estaba en sus mejores momentos pues los lideres que la tenían la habían olvidado. Su principal visión fue crear una Policía amiga y comunitaria. En donde el Servidor Publico sirviera de enlace con los ciudadanos y el Policía fuera un facilitador de servicios. También comenzó a equipar de equipo necesario a sus Policías. Y llevo los cuarteles o Estaciones de Vecindarios a las comunidades para que sus ciudadanos tuvieran el sistema de seguridad más accesible a ellos.

Así, comenzó la transformación de la ciudad, poco a poco; una construcción aquí y otra allá ha logrado resaltar la majestuosidad de nuestra tierra. Muchos lideres fueron escogidos para guiar sus Departamentos importantes, aunque pienso que han pasados algunos irremplazables por su extraordinario trabajo, otros como en las batallas de Troya destruyen el logro alcanzado de este visionario.

De esta manera y luego del fallecimiento inesperado del Alcalde, personas que habían abandonado el trabajo en esta ciudad, han regresado. Lo peor del caso es que han olvidado sus raíces y de donde salieron. Aquí no pudieron brillar con luz propia y buscaron otros caminos para llegar a la cima. Hoy los esfuerzos que fueron realizados por el Visionario, están siendo destruidos desde adentro como la gran batalla en Troya y su famoso caballo. Cuando todos celebraban, el ataque decisivo los tomo de sorpresa y así habiendo logrado la entrada a la gran ciudad destruyeron todo.

Hay quienes pretendiendo hacer un bien hacen un mal irreparable, no se obtiene mayor trabajo de su fuerza laborar persiguiéndolos, enviando cartas y sometiendo casos inexplicables. En la manera que sus empleados sean tratados como lo que son, personas pensantes y preparadas, obstendrán mejor beneficio. Camine y llegue hasta la misma fuerza que lo ha llevado a sentarse en la silla de nuestro gigante mayor, no deje que otros le digan. Estamos deseosos de verlo en nuestros cuarteles, recuerde que el soldado cobra fuerzas cuando su líder lo mira a la cara.